Hemos disfrutado y aprendido del verdadero sentido de un “retiro”.
Compartir tiempo de calidad, practicar y nutrirse en muchos sentidos pero sobre todo conectar con nuestro interior.
Llegamos a Ibiza el 11 de octubre, un día lluvioso en la isla, con la energía frenética de Madrid, pero desde el aterrizaje nuestras vibraciones empezaron a cambiar, ese magnetismo ibicenco que te hace vivir el momento presente y disfrutar de las pequeñas cosas, el «je-ne-sais-quoi» que tanto mencionan nuestros vecinos franceses.
Dedicamos el día a comprar flores, velas, inciensos, detalles, regalos, para crear el mejor entorno posible los días por venir, deseando con muchísimas ganas recibir al día siguiente a los asistentes.
¡El día 12 un sol brillante nos despertó!
Primer día. Día de conocernos, charlar y meditar, ¡qué importante es meditar!
Fidel guió una meditación mágica en el templete esa noche, no sin antes un brindis y sacar a la luz nuestros Sankalpas, nuestros objetivos, las intenciones que nos mueven y que nos invitan a seguir trabajando en nuestro máximo potencial.
Disfrutamos de la primera cena bajo la luz de las estrellas.
Para esta inmersión profunda en la práctica de Ashtanga nos pareció muy importante vincular la alimentación y sus resultados a la hora de practicar. Para ello optamos por una alimentación basada en plantas, vegetales de temporada, superalimentos, comida colorida y fresca, llena de vitaminas y minerales.
Comienzan las primeras prácticas al amanecer, experimentamos como puede llegar a mejorar una práctica cuando el entorno y las circunstancias acompañan, no tener prisa por acabar una clase o estar pensando en la reunión que tienes después, el relax de respirar y dejar que el cuerpo fluya y progrese.
Cada día después de la práctica mañanera nos esperaba un brunch sorpresa muy delicioso a base de pudding de chia y espirulina, pancakes de avena, fruta fresca, ensaladas y smoothies.
Baños en el mar y horas de hablar entre nosotros sobre la necesidad humana de conectar con otros seres simplemente estando y compartiendo.
Volver de la playa después de pasar unas horas bajo el cálido sol otoñal, ¡qué sensación tan especial!
Por la tarde una serie de talleres para profundizar en transiciones, posturas avanzadas, pranayama y filosofía, seguido de una cena temprana repleta de deliciosos platos donde las verduras eran la estrella invitada, currys, espaguetis de calabacín, ensaladas arcoíris con frutos secos y postres mágicamente endulzados con dátiles.
Una de las herramientas para conectar con nuestro interior es el autocuidado, querernos y mimarnos. Para ello contamos con Guiditta, masajista holística, de poderosas manos, y delicados aceites esenciales para sanar el cuerpo.
Días para conectar con lo básico y desconectar de nuestro ruido mental.
Fidel: «He vuelto de Ibiza con el corazón lleno. El ejercicio de la enseñanza no es fácil, se necesita de mucha entrega pero también de mucha verdad. Y Deep Ashtanga me ha recordado el valor de esa verdad, de esa que estamos creando en Sankalpa y que intentamos transmitir. Me ha ayudado a crecer como profe, como amigo y como compañero, recordándome la necesidad de cultivar un poquito más las relaciones humanas. Han sido unos días que me han cargado de motivación y de felicidad.»
María: «¡Ha sido una experiencia de crecimiento personal absoluto!
He disfrutado de la convivencia, de poder compartir tiempo y prácticas con otras personas que me han llenado con su maravillosa energía. Nunca había asistido a un retiro hasta que empezamos los retiros de Sankalpa, me ha dejado una sensación preciosa y el corazón lleno de amor y buenos recuerdos. Pero sobre todo de disfrutar del trabajo en equipo con Silvia y Fidel, estando con ellos da igual donde estemos que siempre tengo esa sensación de hogar y familia.»
Silvia: «En este retiro hemos aplicado lo aprendido, que es una de las características más valiosas de nuestro equipo, trabajamos, evolucionamos y ponemos el corazón.
Por eso transmitimos con lo que hacemos, porque es auténtico y honesto.»













